martes, 24 de abril de 2012

Todo está en los libros...

Me consta que ultimamente estoy desapareciendo más de lo que lo hacía antes pero, sin pretender que suene a excusa, la cosa es que estoy también empezando a disfrutar la experiencia de una manera más global, con muchos más matices y aspectos de lo que lo venía haciendo. El comienzo del buen tiempo y de las salidas de fin de semana rompen un poco la monotonía y me hacen no encontrar siempre el momento tranquilo en el que sentarme a paladear lo vivido e intentar plasmarlo en unas cuantas palabras, no obstante no os quepa la menor duda a aquellos que leéis las entradas con interés y cariño que os seguiré "castigando" con mis cosas, pues no he perdido las ganas de seguir contando mi experiencia.

Aún siendo consciente de que llego tarde con la entrada de hoy, me gustaría compartir con vosotros la importancia que, tanto en esta experiencia que estoy viviendo ahora como en el resto de mi vida, han tenido los libros, los protagonistas reales y fundamentales del día de ayer, más allá de primas de riesgo, resultados electorales franceses, etc... 
Los libros, en muchas ocasiones, guardan las palabras concretas para aliviar nuestras situaciones.
Y es que siempre he tenido la impresión de que los libros, al igual que las personas con las que nos cruzamos en nuestro camino, nos dan también golpes de martillo en la forja de nuestra personalidad, dicho de otra manera, los libros nos hacen también muchas veces cambiar la percepción de algunas cosas, nuestra manera de estar y de entender ciertas situaciones, en definitiva, muchas veces nos doman también el carácter. Desgraciadamente también soy consciente de que cada vez hay menos gente que se acerque a los libros sobretodo la gente que más los necesita, los jóvenes.

Ciertamente esta última afirmación me preocupa, puesto que considero que la amplitud de mirada se consigue, entre otras muchas cosas, a través de la lectura. Siempre he considerado que los libros son auténticos manuales sobre cómo afrontar algunas situaciones o en los que apoyarse para poner letras a los sentimientos que podemos estar viviendo o sufriendo, es por ello el título de la entrada de hoy, todo está en los libros. Personalmente he tenido la suerte de encontrar en ellos en más de una ocasión las palabras adecuadas para comprender algunas situaciones vitales, para ponerle nombre a los sentimientos que estaba viviendo o, simplemente, para encontrar una evasión hacia una historia que me hiciera soñar y me distrajera de los agobios que pudiera tener en algunos momentos puntuales de mi vida.
Muchas veces los libros son el billete de ida hacia un mundo en el que todo es posible.
A nivel de gustos tengo que decir que como para otras muchas facetas de mi vida soy un hombre bastante abierto, no tengo ningún tipo de libro favorito pues considero que todos tienen una función diferente. Si tuviera que nombrar los tres libros que más me han gustado, de los muchos que me he leído hasta ahora, a día de hoy diría: "El principito" de A. Saint-Exupéry, "La buena vida" de Álex Rovira y, uno de los últimos que me he leído y del que os hablé por aquí, "Contra el viento" de Ángeles Caso. Me dejo muchos buenos libros atrás pero a día de hoy, en el momento en el que estoy y por las cosas que estoy viviendo y experimentando estos son los que más presentes están.

Espero que todos recibierais ayer vuestro libro y vuestra rosa, yo lo hice a pesar de la distancia, y que os lancéis a ello, al placer de la lectura, porque a pesar de que muchas veces podamos sentirnos incomprendidos o sólos, probablemente alguien ya haya pasado por esas sensaciones y las haya plasmado en un libro, sólo tenemos que encontrarlo.

Un fuerte abrazo para todos y ¡¡SED FELICES!!

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