viernes, 9 de marzo de 2012

Día de la mujer

Lo siento pero no voy a innovar con el tema de la entrada de hoy pues quiero unirme desde este espacio a todos aquellos que en el día de hoy han felicitado a todas esas mujeres que tienen en su vida, que en el día de hoy, porque así lo estipula el calendario, han recibido el reconocimiento que para algunas de ellas les es negado los trescientos sesenta y cuatro días restantes del año.

Resulta paradógico el hecho de que muchas mujeres que hoy han sido agasajadas con parabienes y algún que otro detalle pasen completamente desapercibidas el resto del año, ciertamente es una discriminación positiva el hecho de dedicar un día sólo para ensalzar a las mujeres, cuando desde mi modesta opinión y desde mi experiencia vital hasta el momento considero que habría que felicitarlas todos y cada uno de los días del año, pues que a nadie le quepa la más mínima duda de que sin las mujeres la vida no tendría sentido, y no me estoy refiriendo a ellas como objetos de deseo, no, me estoy refiriendo a ellas como personas con una manera de ver la vida y una sensibilidad tal que hacen de sus vidas un ejemplo constante de trabajo, entrega y ternura.

En un mundo y en una sociedad que sigue manteniendo un machismo histórico parece necesario poner, aunque sólo sea una vez al año, en valor el trabajo de millones de mujeres que son verdaderas superheroínas, personas capaces de llegar a dónde casi nadie llega, de alargar las horas del día para que pueda dar tiempo de hacer todo y más, personas en definitiva capaces de ponerse en cada momento al servicio de lo que la situación requiere sin poner reparo alguno.  Creo que por muchos días como este que se celebren nunca se conseguirá agradecer a las mujeres todo lo que hacen para sacar adelante sus sueños, que muchas veces no son para ellas si no que son para aquellos a quienes ellas más quieren.

Dice un refrán que: "Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer", y yo no estoy para nada de acuerdo, y ahora os explico por qué. En mi opinión ese refrán está formulado desde la perspectiva de un hombre ya que primero se ensalza la figura masculina y luego se reconoce la figura femenina, y yo soy de la opinión, por las mujeres que he conocido en mi vida, que la situación es más bien al contrario, que las realmente grandes son las mujeres y que los hombres son, o mejor dicho pueden llegar a ser, grandes en la medida que tienen a alguien junto a ellos que les sabe tratar y aportar lo que ellos necesitan, normalmente de una manera desinteresada y sin esperar nada a cambio. No me cabe la menor duda de que muchas mujeres que están detrás de grandes hombres serían iguales o mejores que ellos en caso de estar en su lugar, simplemente son felices viendo cómo sus hombres lo son, ¿seríamos los hombres capaces de hacer lo mismo?

Por suerte en mi experiencia de Tánger estoy teniendo la suerte de tener mucho trato con mujeres, además en este caso son mujeres con características muy especiales: luchadoras, trabajadoras, cariñosas... todos los calificativos que os dé serán pocos para poder definir a esas mujeres que, como os conté en su día, son capaces de ponerse el mundo por montera y en medio de una sociedad y de una cultura como esta son capaces de sacar adelante, sin ningún tipo de ayuda de los suyos, a sus hijos, sus verdaderos tesoros y su mejor recompensa y reconocimiento por el trabajo y el esfuerzo que derrochan.

En definitiva hoy ha sido un día como otro cualquiera salvo por la diferencia de que hoy sí que muchos habrán tenido el detalle de reconocer el esfuerzo y el trabajo de las mujeres, esperemos que mañana se vuelvan a acordar y aunque no sea su día sean capaces de tener unas palabras amables o algún gesto de cariño con las verdaderas artífices de que todo funcione.

Un fuerte abrazo y, hoy especialmente a todas las mujeres que leen el blog, ¡¡SED FELICES!!

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