viernes, 9 de diciembre de 2011

Se armó el Belén!!!


El otro día os comentaba que la Navidad había llegado a Tánger, al mundo islámico en general, hoy quiero compartir con vosotros la llegada de la Navidad aquí al Hogar Lerchundi, a esta comunidad de la que os hablaba ayer y que hoy ha comenzado, de manera más física y más palpable, a preparar el Nacimiento de Jesús.
Desde aquí también se ve la estrella sobre el portal.
Como ya os comenté también hace unos días la preparación espiritual para la Navidad ya lleva un tiempo, el tiempo de Adviento comenzó el pasado 27 de noviembre, estos días tenemos muy presente las palabras de Juan el Bautista: “Preparad el camino al Señor” y estamos en tiempo de recordar los motivos por los que estamos en este proyecto y de evaluación de cómo contribuimos desde nuestro trabajo y nuestras actitudes a la llegada de la Navidad.

Pero hoy os quiero hablar de una cosa hasta hace unos años muy típicas en todos los hogares españoles, además creo que es algo exclusivo de nuestro país pues por comentarios de gente de otros lugares que también son cristianos no saben lo que es, montar el Belén. Además ha sido un momento precioso en el que la comunidad al completo del Hogar hemos disfrutado y lo hemos pasado en grande.

Como digo esta tarde todos, Juande, Rocío, Eloy, Pedro, Paula y yo, hemos ido a la pequeña capilla que tenemos en el Hogar y hemos montado un pequeño Belén de marionetas que “alguien” ha regalado a los niños. No os podéis imaginar la alegría que desprendían los niños de la casa, todos juntos hemos estado tocando la pandereta, la guitarra, los tambores y cantando villancicos mientras colocábamos las figuras del Belén, cuando hemos repartido las figuras del Belén hemos ido recordando junto con los niños cómo fue la historia que dentro de unos días hará dos mil once años que ocurrió en un pequeño pueblo de Israel.
Portal de Belén 2011- Hogar Lerchundi.
 A mí siempre me han gustado mucho los belenes, recuerdo cuando era pequeño que para el que poníamos en mi casa buscábamos material de primera clase, y así íbamos a una cuchillería de Don Benito a pedir el carbón para simular las montañas, poníamos harina  en lo alto de las “colinas” para que pareciese nieve, incluso íbamos al campo a coger musgo que posteriormente sería el pasto en el que se alimentaban los rebaños de ovejas de los pastorcillos de Belén, he de comentar que a pesar de haber vivido unos cuantos años en Cataluña en mi portal de Belén nunca hubo un “caganet”.

El tema de los portales de Belén daría para hacer una entrada cada día durante una semana, yo conozco algunos que son verdaderas obras de arte, con efectos especiales incluidos, y que algunos son dignos de hacer un viaje aunque sólo sea por admirarlos, especialmente recuerdo el que todos los años montan en la Casa de la Misericordia de Alcuéscar, un verdadero espectáculo, y por cierto otro sitio donde el día en que se termina de montar el Belén se monta una verdadera fiesta.
No han faltado panderetas con las que amenizar el momento del montaje del portal.
Aquí somos más humildes y no tenemos tantos medios a nuestro alcance para montar semejante obra de arte, pero probablemente la alegría que hoy he visto en las caras de los niños de la casa, Pedro y Paula, no la verá mucha gente en sus casas cuando pongan la representación del Nacimiento. Estos niños están viviendo la importancia de estos momentos desde pequeñitos, ellos mejor que muchos de nosotros saben qué es lo realmente importante de estas fiestas.

Ciertamente he sentido cierta nostalgia de mi infancia cuando los he visto saltar y cantar en la capilla cuando estábamos cantando villancicos, hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien cantando villancicos, sobre todo viendo disfrutar a alguien cantándolos, como dije en una entrada anterior es una pena perder esa inocencia de la infancia, esa mirada limpia e impresionable ante todo lo que ocurre.

En definitiva la Navidad de lleno ya ha llegado también a nuestra casa, el ruido de panderetas, las letras de los villancicos, el gusto dulce del turrón y los mantecados ya están tan presentes entre nosotros como lo está la actitud de prepararnos para lo que está por venir, para el nacimiento de Jesús en nuestras vidas, de la encarnación de Dios en un niño pequeño y vulnerable, como muchos de los que conocemos aquí.

El dulzor del turrón también ha llegado a nuestra casa.
 
Un abrazo muy fuerte para todos, ¡¡SED FELICES!! y aunque sea tarde muchas felicidades a todas las Inmaculadas, especialmente a aquellas de las que tengo la suerte de llamarme amigo.

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